Siento una fascinación -casi morbosa- por los discursos políticos. Los recorto, los guardo, los escucho, los estudio, los grabo, los leo y re-leo. Me gustan. Me inquietan. Me fascinan.
Y ayer me tocó lo que llamo "momentos de tele", son esos espacios que realmente valen la pena sentarse a mirar y escuchar, grabar y volver a sentarse mirar y escuchar... y aplaudir a la calidad del contenido. Se trataba del espacio conducido por Humberto Rubin, uno de los periodistas con más prestigio de Paraguay que invitó a un debate "mano a mano" a dos grandes del discurso político contemporáneo de mi país: Euclides Acevedo (opositor) y Juan Carlos Galaverna (senador del Partido de gobierno). Magistral.
El contenido discursivo, los códigos formales, la sencillez, la contundencia, la cadencia, la estructura. Impecable en ambos. El mejor momento fue el final, cuando cada uno de estos líderes políticos fue desafiado por el conductor a hacer un llamado al voto por el sector que representa.
La respuesta de Euclides fue un poema, en un guaraní pulcro y emotivo, con la composición y la musicalidad precisa. Galaverna apeló al código emocional y esbozó, también en guaraní, uno de los mejores argumentos a favor del coloradismo que he escuchado hasta ahora.
Lo único que sentí que es no se haya realizado todo el debate en guaraní. Hubiera sido un "grandioso momento de tele". Al terminar tenia ganas de pararme y aplaudir. Porque acordemos que podemos disentir ideológicamente, pero no podemos obviar la gran capacidad discursiva que han construido los colorados con años de ejercicio en el poder. Ojalá otros aprendieran a entender mejor a sus consumidores políticos y adecuar sus formas y contenidos a ese "insight".
[Un paréntesis para dar un gracias enorme a todas las personas que me han escrito para aportar sobre el análisis de la campaña de comunicación de Botnia, agradezco los comentarios y sugerencias e iré compartiendo las críticas y avances del trabajo. Gracias!!!]