Una de las cosas que más me gustan -y disfruto- de vivir en una ciudad como BCN es la sorpresa ante lo inesperado. Es como si en cada esquina te esperara algo nuevo por descubrir siempre. Pasará en muchos otros sitios tan cosmopolitas como éste. Pero BCN es especial, muy especial. Aqui conviven personas con culturas tan diferentes que dibujan las calles con colores muy particulares..., las Ramblas son, los 365 días del año, una auténtica torre de babel.
Pero a diferencia de otras ciudades de paso migrante, BCN se nutre de ese "paso" de una manera singular, BCN es una ciudad en creación e innovación constante, se respira eso en sus calles, eso dice y eso signifca este lugar. La cantidad de colectivos de artistas buscando y creando nuevos contenidos y canales de expresión es un signo de lo que el lugar produce, de lo que la gente genera.
Y ayer me tocó ser parte de uno de esos "acontecimientos". Gracias a la diligencia de mi amiga Natalia y los buenos amigos de ella, después de haber gritado los 3 goles del Barca y sufrido los otros 3 del Madrid en el Frankfurt de Torrent de la Olla, nos encaminamos al Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad (MACBA). Un concierto en un Museo????, nos produjo curiosidad y cierto morbo.
En el Bar C3 del Museo se vivía "La noche de los Newtellaz". Los nuevos narradores, son un colectivo de música fusión de raices negras compuesto por músicos, compositores, djs de todas las nacionalidades que intercambian, mezclan y "cocinan" sus saberes. Asi, la sesión de ayer proponía una mezcla entre reggae, latin jazz y funk. El resultado?, pues alucinante...
Les recomiendo visitarlos en http://www.newtellaz.org/ y sumarse a la próxima sesión. Les encantará.
Y no puedo dejar de apuntar, por otro lado y hablando de ciudades que crean, la fascinación que me ha producido el "Vacio Azul", nombre del monumento a las víctimas del 11M que fue inaugurado esta mañana en Madrid. No es sólo el concepto arquitectónico, es más el concepto comunicacional de la obra..., es una invitación a los sentidos, una reconstrucción simbólica que eternizará esa sensación de vacio y resignación que dejó ese terrible atentado. Tienen que verlo. Les comparto una descripción de la periodista Patricia Ortega del diario El País que me ha encantado:
"Hay una habitación azul en Atocha que conduce hasta el cielo. Se entra atravesando una mampara de cristal. El límite con otro mundo. Un mundo azul cobalto, un lugar con tintes oníricos, un rincón de cristal que hace temblar el espacio. Y está justo donde estaba antes la sucursal de un banco, justo a la izquierda de los tornos del metro. Cruzar ese límite es como meterse de pronto en una película de David Lynch, implica estar dispuesto a experimentar algo. Porque tras esa mampara hay un pasillo algo sinuoso, también azul cobalto, también acristalado. A cada paso, se hace el vacío. Silencio. Y, al fondo del pasillo: la habitación azul, encapsulada y presurizada. Y allí, la luz: un enorme foco de luz que se proyecta sobre el suelo y que, como si fuera un imán, atrae a cualquiera que se acerque: ¿de dónde viene esa luz?"...
Está todo dicho.
Referencia: Publicado en Marzo/2007.